domingo, 24 de junio de 2012

Alfa y Omega de la fe



Alfa y Omega de la fe
vivencia por generaciones
amantes de Cristo
amantes del África negra
movidos por tu pasión
recorriendo tus rutas de
pobreza, castidad y obediencia
todo despojo
todo amoroso
todo dependiente
de Aquel que quiso
tu existencia, África,
y por ti envió la vida,
la respuesta amorosa de su Amor.

¡Oh, mi África!,
tan querida por mi Señor.
Hoy, Él me mira y me pregunta
si quiero que por mi humanidad
te siga amando,
queriendo y salvando.

Señor, sí quiero, te quiero,
quiero a esta porción
amada y buscada
tan sufrida y golpeada
de tu corazón,
tan cerca de tus entrañas,
a ella me debo
y por ella quiero vivir
dando minuto a minuto la vida
por verte renacer en su vida.

África, levántate,
camina esperanzada
pues el buen Dios
a ti volvió sus entrañas
y te dio su ser.
Tú eres por siempre suya,
y Él te amó, te ama y te amará,
verde tierra fecunda
que te encaminas
hacia el amor, y desposorio
definitivo con tu Dios.

viernes, 22 de junio de 2012

Mi sordera y vacío



Gran Señor,
cuánto tiempo,
cuánto vacío,
cuánta sed,
cuánta soledad,
cuánto desánimo,
todo perdió su encanto:
la música no cantaba,
los pájaros no volaban,
el cielo solo se quedaba,
todo parecía parado,
el corazón apenas latía
ni las arterias se sentían,
armoniosamente parecía
todo morir.

Tú llamándome estabas,
y yo apenas te sentía,
tú queriéndome estabas,
y mi soledad aumentaba,
Oh, qué sed, qué vacío,
pues donde sentía alguna respuesta, acogida, apertura,
como un molusco me apegaba,
y no soltaba, y mi corazón
más se defraudaba.

Pues tú no lo hiciste a esta medida, sino a la tuya.
Oh, cuánta sed, cuánto vacío,
que nada parecía colmar
y tú llamándome estabas,
y yo no lo sabía, ni sentía,
pues perdí el sentir de las cosas
y la música ya no cantaba,
ni el canto alegre de los pájaros escuchaba.

Pero tú me querías y buscabas,
tú llamándome estabas,
y yo no lo sabía,
pues eres mi medida,
la auténtica plenitud de mi vida.

Oh, qué grande es tu amor,
que generosamente me esperaba,
tú amándome estabas,
tú queriéndome estabas,
tú me esperabas y
yo sin saberlo estaba.

Gracias, Señor, pues nunca
te dejas ganar,
tú eres amor y buscas
al amado.


jueves, 21 de junio de 2012

uscas a tu amada



Amor que amas,
amor que esperas,
parado, anheloso,
buscando a tu amada.
Nunca cesa tu búsqueda,
pues sabes,
que su corazón, solo nada puede,
ni en otra cosa se puede colmar.
Tú eres su medida, capacidad, soporte;
tú sales, Amado, en su busca...
tú le llamas, lloras, esperas,
tú quieres un desposorio definitivo.
Amor que amas,
amor que esperas,
parado, ansioso,
buscando a tu Amada.
Amén.



miércoles, 20 de junio de 2012

Qué don, qué estima



Sólo salta el gozo
ante tan alta estima
sumamente grande
y de tan alto valor,
la vida de Dios
en manos de su criatura...
qué don, qué gracia,
cuidarla, Señor, es de mucha confianza.
Dedicarme de lleno
a ver vivir a mi Dios,
nacer, crecer, amar.
Qué don, qué estima
la de mi Señor.
Cerrar las grietas
cercar el huerto
sellar la vida
de mi Dios en ti,
quiere vivir, correr,
llegar a todos,
ser puerta, como luz,
que brille la ciudad,
hacer viviente a la vida
que el mundo ocultaba
y florecer de repente
en su misma naturaleza.
Qué don, qué gozo
la de mi Señor,
poner mi vida
a tan alta estima,
pues sólo vive plenamente
cuando te esmeras en entregarte,
cuando como en presión
acumulada,
tu amor puro está,
todo tu ser integra
en su amor.
Qué don, qué gozo,
ver vivir a los hijos,
que tu amor creó,
salir de la fosa
en que el mundo les metió
reduciendo sus vidas
a ningún valor.
Pero, mi Señor, me lo dijiste:
tú mi humanidad de añadidura,
corriendo por verme vivir,
hasta rebosar de vida,
lavarme, cuidarme y
presentármela santa,
inmaculada a mi amor.
Qué don, qué gozo,
poner mi vida
en tan alta estima.
Amén.


martes, 19 de junio de 2012

Mar



¡Oh frondoso bosque!
¡Oh verde tierra negra!
Que en el horizonte de tus mares,
un azul blanqueado se deslumbra,
suave oleaje del mar,
que rítmicamente
buscas las orillas. 
Estallas  contra las costas,
de arena negra y piedras rocosas,
chua,  chua-a-a-a, 
como si recogieras las aguas,
rápidamente regresas.
Combinas en tu hacer rutinario,
tiempos favorables al hombre,
tanto le nutres como le diviertes.
Son tus océanos la inmensidad de Dios,
¿Quién te hiciera sino Él?
¡Oh cielo que tocas la tierra! 



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lunes, 18 de junio de 2012

Mi Cristo negro


Mi Cristo africano.
El verdor de tus suelos
me cautiva
tu tierra me llama,
el brillo en el rostro de los niños,
la sonrisa de la madre,
las arrugas alegres
de entrega desbordante.
Los cantos, la fiesta
la viveza del vestuario,
la vida en familia
en la sencillez extrema
de contrastes vergonzosos
ante el despilfarro opulento,
tus hijos, ¡oh África!, me gritan
sus por qué me conmueven
ante el mañana inseguro
e injusto.

Mi Cristo negro,
mi negrito, te quiero,
tú eres uno de África,
tú conoces el dolor,
la soledad, la traición.
te haces solidario con África,
te haces uno con su tierra.
¡Oh, tierra mía!
Fértil y abundante,
fecundidad amorosa
pero sin obreros,
obreros como tú,
que tomen rutas de cruz
en busca del africano,
desviviéndose por verle vivir.
Lo levantan y devuelven
su dignidad,
en una sucesiva entrega gratuita.

Mi Cristo negro, tú amas a África,
tú me llamaste,
me cuidaste y bendijiste
con tu misma fertilidad,
en caminos similares
que engendran familia,
fraternidad, reino,
la ruta tan antigua
conocida por cruz.

domingo, 17 de junio de 2012

Cantarín colorido


Por los caminos alfombrados de blancas jaras y lavandas moradas, entre montes y ríos, un silbido resuena.
La mirada se pierde tras la irrupción, el espíritu desea colmar su curiosidad, la cabeza gimnasta se gira… súbitamente, todo el ser respira por el hallazgo.
Eres tú, pájaro cantarín, alegre, feliz, pletórico, cantas, cantas y cantas al cielo, es agudo y suave tu cantar; ¡cuán hermoso tu volar, mi cantarín colorido, que rodeado de rocosos montes y verdes prados, vas por los cielos gritando libertad!